lunes, 16 de noviembre de 2009

...

Sigo fantaseando contigo, lo admito. Cada día me veo obligada a pasar por la estación de tren donde te encontré por primera vez, donde empezó mi camino a la locura más extrema. Y no consigo controlar mis traviesos pensamientos que juegan a imaginarte bajando de un tren de esos feos y viejos, chocarte conmigo, ver como se te iluminan los ojos al verme, verlos sonreír, verlos verme llorar al darme cuenta de que el patoso que ha tropezado conmigo eres tú. No puedo evitar imaginarme escuchando como dices lo guapa que estoy, cuánto me echas de menos y todo lo que te arrepientes de haberme dejado (escapar) mientras aprietas fuerte mis manos, esas que un día recorrieron cada centímetro de tu dulce piel, esas que entraron en lugares que nadie había conquistado hasta entonces. Mientras te escucho decir todo lo que he pasado meses esperando oír, mi llanto se hace más fuerte; me abrazas, me dejo abrazar; me besas, me dejo besar. Y sólo entonces soy capaz de reaccionar y te grito (entre sollozos de niña pequeña) que no tienes derecho a volver ahora y cantarme toda esa canción de película romántica-adolescente, no ahora, no cuando he conseguido rehacer mi vida sin mi jodido combustible autodestructivo, no ahora que otro combustible me hace feliz. No ahora que me has demostrado que no te importó verme sufrir, verme hundida, ver que no podía salir de ese puto agujero negro que era tu ausencia, ver que no querías saber nada de mí, después de todo. Llegas tarde, cariño. (como siempre).

Y en ese punto descubro que todo es, un día más, una ensoñación, porque jamás sería capaz de decirte todas esas verdades… y ¡qué demonios! Porque jamás volverás a bajar de un tren en esta maldita ciudad y si lo haces, yo no estaré allí para verlo.


* Hubiera dado mi vida por un día más a tu lado. Ahora ya no doy nada. Tú elegiste. Sé feliz, querido. Ahora fumo a tu salud.

9 comentarios:

  1. Es difícil decir adiós, y más aún reencontrarte con tu pasado. Pero lo importante es saber reponerte :)

    ResponderEliminar
  2. Hasta que algún día vuestros caminos vuelvan a juntarse casi de casualidad.

    Muás!

    ResponderEliminar
  3. Ya te dije, me parece un texto genial. Sé que quizás no debería preguntarlo pero... ¿es verídico?

    Me encanta. Los sentimientos, las palabras, todo.

    [soy Elizabeth Winter, del Carrousel, aunque creo ya lo habrás supuesto por ti misma, haha]

    ResponderEliminar
  4. Malditos trenes... te pongas donde te pongas las vías siempre se alejan de tí, así no hay pasajero que se te acerque.

    Un beso loca! :)
    ps.Hace tiempo que no nos vemos por la Facultad!

    ResponderEliminar
  5. Precioso texto.

    Un saludo :)

    ResponderEliminar
  6. Hola!

    Es la primera vez que visito tu blog, así que solo leí esta entrada, ya me pasaré por las otras cuando tenga tiempo. Nos vemos en el carrousel. ;)

    ResponderEliminar
  7. "He aquí el mayor secreto que nadie conoce, he aquí la raíz de la raíz y el brote del brote y el cielo del cielo de un árbol llamado vida, que crece más de lo que el alma puede esperar o la mente ocultar. Es la maravilla que mantiene las estrellas separadas. Llevo tu corazón, lo llevo en mi corazón".

    ¿Donde he escuchado esto antes? Me ha dejado intrigada.

    ResponderEliminar
  8. Yo sigo emocionándome cada vez que paso por delante de su casa. Y a veces paso por allí, aunque tenga que dar un rodeo, sólo para emocionarme.

    ResponderEliminar
  9. Es precioso!
    Como diria mi madre... Borron y cuenta nueva!
    Te sigo :)
    Un saludin!

    ResponderEliminar